miércoles, 29 de octubre de 2014

Literatura, mercadeo y bibliotecas: carátulas Vrs. contenido




Cuando el mercadeo llega a los estantes de las librerías lo revuelca todo. Le gusta revolver lo clásico con lo snob, disfrazar de profundo lo superficial y de trascendente lo banal. A las Bibliotecas también se nos mete y trata de que llenemos nuestros estantes de sus imperativos. Es difícil para nosotros sustraernos a sus avatares. En los buzones de sugerencias llegan las demandas de nuestros usuarios, jóvenes en su mayoría, que luego de ver una película taquillera de Hollywood nos piden el libro, casi nos ruegan que lo adquiramos.

Sin caer en el juego de las editoriales y sus best sellers, la Biblioteca trata de equilibrar su colección de literatura con aquellos libros que el usuario joven pide por la influencia del mercado y los que la crítica literaria seria y los docentes nos recomiendan. Ni tanto que queme al santo ni tampoco que no lo alumbre, reza la sabiduría popular.

Sabemos que para los lectores jóvenes estas lecturas son muy atractivas, pero debemos buscar la manera de que el lector cambie ese nivel de lectura de sólo entretenimiento, hacia lecturas más profundas y trascendentes. Debemos buscar que nuestros lectores encuentre los libros que tienen mucho más qué ofrecer y qué decir, libros que verdaderamente dejen el alma temblando y reten el intelecto. Carátulas vemos, contenidos, no sabemos.




Les dejamos esta reflexión sobre los libros y sus carátulas, tomada del  diario El País de España:



Por:  27 de octubre de 2014

Por qué todas las portadas de los libros parecen iguales

La portada es el saludo de los libros, su "hola, ¿qué tal?, ¿quieres llevarme a casa?". Muchos intentan destacar llamando la atención, gritando más que el resto, mientras que otros prefieren la sobriedad, que se les juzgue por su interior. Y hay un tercer grupo cuya estrategia consiste en imitar a otros.
El objetivo es aprovechar un éxito anterior. O intentarlo. Se sigue un mismo estilo para dejar claro a los fans que van a encontrar más de lo mismo ya desde la portada. Ni lo hojees: ya sabes de qué va, mira el dibujo. "Cuando algo funciona, se busca imitarlo -nos explica un exeditor de un importante grupo editorial que prefiere que no se publique su nombre-. No sólo en las imágenes, que es lo primero que llama la atención, sino también en tipografías, colores y la posición de los elementos en la cubierta".
Así, cuando salió 50 sombras de Grey, "todo eran portadas con complementos masculinos", como nos recuerda Jónatan Rubio, de la librería El Tranvía.  
Grey
Day
¿A qué famosa trilogía me recuerdan las novelas de Sylvia Day? 

En estos casos, "no hay nada que hacer" -sigue Rubio-. Si ha habido un éxito con la imagen lo suficientemente marcada, por ahí van a tirar todos". Es un recurso que a las editoriales les funciona "por asociación, para cuando alguien busca algo parecido a lo que ya ha leído. Los lectores no se van a confundir, pero sí que van a saber a qué se parece".
Es una manera nada sutil de insinuar que si estos libros te gustaron, estos otros, también. Por ejemplo, si estás disfrutando Divergente, es más que probable que lo hayas pasdo muy bien con Los juegos del hambreO eso quieren decirnos sus portadas.
Hambre
Divergente
De los portadistas que te trajeron Los juegos del hambre.
El caso más sonado que recuerda Rubio es cuando Debolsillo lanzó sus portadas de Cumbres borrascosas y Orgullo y prejucio con un diseño similar a las de Crepúsculo, incluyendo el sello: "Los libros preferidos de Bella y Edward". Rozan casi la desesperación: ¡Te van a gustar! ¡Te lo juro! ¡La portada es negra! ¡No hay vampiros, pero hay pasiones tormentosas ocultas tras una elegante prosa victoriana!
Crepus
Esto pasó y no hicimos nada para evitarlo.
Aunque hay que decir que Harper Teen hizo exactamente lo mismo. 
Pride
Don't judge a book by its cover. Sobre todo si viene recomendado por Bella y Edward.
El caso de Crepúsculo es muy destacable: durante una época casi todos los libros sobre vampiros (y hubo muchos) se publicaron con una portada que jugaba con el negro, el rojo y el blanco. Por ejemplo, aquí podemos ver el primer volumen de las Crónicas Vampíricas de L. J. Smith con una portada siguiendo este estilo. Y al lado, tenemos otra edición del mismo libro con una cubierta que recuerda a los libros que inspiraron la serie True Blood.Pero es que la edición española de los libros de Charlaine Harris juegan a su vez con los colores de Crepúsculo
Vampiros
Elige el vampiro que más te guste. 
Se lo hicieron incluso a Anne Rice, con libros sobre el tema que llevaban décadas impresos.
Rice
Es más, gracias esta completa galería de Reading the past, encontramos un par de versiones de época de la portada del libro de Stephenie Meyer.
Wife
Estos son algunos intentos de aprovechar la estela exitosa de un libro y apelar a un mismo público objetivo. No se trata sólo de bestsellers: como nos recuerda el exeditor, resulta casi imposible encontrar una colección de novela negra que no sea negra. Aunque las hay, claro. En todo caso, lo único que importa es que el posible comprador tenga la máxima información con el mínimo esfuerzo.
Sin embargo, en ocasiones no hay ninguna intención de insinuar temas similares o tópicos recurrentes, sino que, simplemente, se utilizan imágenes idénticas para las portadas. Sin más.
Hay que comenzar mencionando un clásico que tanto Rubio como el exeditor recuerdan: el cuadro Habitación de hotel, de Edward Hopper, que ya destacaba Javier Coria en su blog. Él ponía 22 ejemplos, nosotros nos conformamos con cuatro:
Hopper
Esta situación puede suponer un problema cuando llegan a la tienda novedades con la misma portada, ya que puede llevar a que alguien se confunda: "A mucha gente le ayuda la parte visual -recuerda Rubio-, y no es sólo el clásico "no recuerdo el título, pero la portada es azul, o roja", sino que es el mismo cuadro". 
Por ejemplo, resultar muy difícil contestar a un: "No recuerdo el título, pero en la portada salía El caminante sobre el mar de nubes, de Caspar Friedrich David".
David
También habría que mencionar el caso que descubrió Caustic Cover Critic:24 portadas que utilizaban cinco retratos del pintor danés Vilhelm Hammershøi. La galería incluía dos ejemplos en español y uno en catalán que usaban Interior con joven vista de espaldas.
Interior
Curiosamente, Anagrama tiene el mismo libro en otra colección, y en esta otra portada hay un cuadro de Hammershøi diferente.
Mujeres
Aunque la portada sea la misma, hay ocasiones en las que el contenido no tiene nada que ver y eso puede ayudar a que el lector desorientado y el librero confuso den finalmente con el libro. Pero cuando el tema es el mismo, resulta mucho más complicado.
Un caso que también recuerda Rubio es cuando coincidieron en la librería la reedición de las crónicas periodísticas sobre la Primera Guerra Mundial de Enrique Gómez Carrillo y la novela Senderos de gloria, de Humphrey Cobb. La portada de ambos: el mismo fotograma de la película de Kubrick basada en el libro de Cobb. "Hola, quería ese libro sobre la Primera Guerra Mundial con Kirk Douglas en la portada.
Senderos2
Las trincheras de la edición.
A veces no se repite la imagen, pero sí se juega con elementos parecidos, como es el caso de los paraguas, que es muy probable que sean uno de los objetos favoritos de los diseñadores: el blog Chibiaka's World recoge 98 ejemplos de portadas con paraguas, 30 de ellos también de color rojo
Paraguas
No recuerdo el título, pero el paraguas era rojo.
Como nos explica el exeditor, estas coincidencias suelen venir de "la limitación de recursos, tiempo y material tanto de editores como de diseñadores". El tiempo y la sobrecarga de trabajo es una causa muy importante: "Los diseñadores no tienen tiempo de ir a exposiciones, de leer revistas, de buscar a gente nueva... Con lo que al final acaban utilizando los mismos materiales". Por supuesto, también influyen los menores presupuestos: "Las portadas han de ser más baratas y eso supone recurrir siempre a los mismos bancos de imágenes, lo que aún limita más".
Los bancos de imágenes incluyen en su mayor parte fotos genéricas que pueden servir para muchos usos: desde ilustrar un artículo hasta protagonizar la cubierta de un libro, pasando por aparecer en una web corporativa. Se trata de un recurso comparativamente barato y que bien utilizado puede funcionar, pero con el que siempre se corre el riesgo, como mínimo, de repetirse. Como en estos ejemplos que recogía The New York Times.
NYT
El diario recuerda que existe la opción de pagar más por contar con derechos exclusivos o simplemente se puede preguntar si la foto ya se está utilizando, para evitar este tipo de problemas. 
Pero incluso aunque no use exactamente la misma imagen, sí que es fácil acabar usando ideas muy parecidas, como puede ser la acacia sobre el anochecer como imagen arquetípica de África.

O los tópicos sobre el sudeste asiático: joyas exóticas, el Taj Mahal, mangos, mujeres descalzas, el Taj Mahal otra vez y creo que sobra espacio para añadir el Taj Mahal al fondo.


Más: si vamos a hablar de China y economía, ¿por qué no recurrir a unos palillos?
China
A veces se trata simplemente de la tipografía y no de la imagen, como en este ejemplo que nos trae el exeditor.
Empar
Es decir, "la falta de originalidad no se circunscribe únicamente al uso de imágenes repetidamente. Es más un problema global. De colores, de tipografías, de ideas generales de la cubierta", explica y añade: "Ahora se lleva mucho una cosa que detesto", en referencia a las portadas con tipografía imitando la escritura a mano, sobre todo en los libros de autoayuda:
Manio
Y también recuerda "los libros sobre Cataluña, que ahora son multitud y todos comparten unos mismos criterios estéticos".
Cat
Rubio explica que siempre ha habido portadas repetidas, "pero antes pasaba más con cuadros y ahora con imágenes más genéricas. Hay menos tiempo y ganas de dedicarse a estas cosas, y es más fácil tirar por lo más rápido".
También es más fácil modificar ligeramente estas imágenes y evitar que las portadas sean tan clavadas como en el caso de Habitación de hotel y otros cuadros. Por ejemplo, la portada de North of beautiful, de Justina Chen Headley, usaba como base la misma foto que Evemore, de Alyson Noël, cosa que a Headley le pareció estupenda, según explicó en su blog. Más tarde, la misma foto volvió a aparecer en un libro de Selina Penaluna, como vieron en That Artsy Reader Girl.
Evermore
Le pongo unos adornitos, un par de filtros y nadie se dará cuenta.
"Hay falta de ideas y de innovación", resume el exeditor, que lamenta que esto pueda contribuir a que "se pierda calidad artística en el libro". A fin de cuentas, el libro se sigue valorando como objeto, pero esta percepción se puede perder con facilidad si quienes se dedican a fabricarlo no son capaces de dedicarle un poco de tiempo y cariño.

martes, 21 de octubre de 2014

Nuevo recurso de Información: PIVOT




Pivot es una herramienta sin igual que:


  • Proporciona acceso a una fuente muy completa de oportunidades de financiación a nivel mundial
  • Identifica expertos investigadores de dentro o fuera de su organización
  • Mejora la comunicación, monitoreo y seguimiento entre los docentes, equipos de trabajo, los investigadores y la Dirección de Investigaciones
  • Permite focalizarse en obtener y ganar las ayudas necesarias
  • Permite agregar internamente los plazos finales para las oportunidades de financiación y envía actualizaciones semanales sobre búsquedas guardadas que el usuario organiza en sus propias carpetas
  • Crear grupos para 




Cómo acceder...





  1. Acceso remoto o local: http://ezproxy.uao.edu.co:2048/login 
  2. Ingrese sus datos de Usuario UAO
  3. Identifique el logo Pivot


IMPORTANTE: Cada usuario debe crear su cuenta en la plataforma, con su correo institucional y de esta manera puede acceder remotamente.

Descripción:

Pivot es un servicio que proporciona herramientas incomparables para descubrir oportunidades de financiación y apoyo colaborativo a la investigación. Este servicio responde a la creciente demanda de los investigadores para descubrir rápidamente oportunidades de financiación adecuadas y colaboración efectiva entre sí. Funding proporciona acceso a la fuentes más completas de financiación a nivel mundial; mejora la comunicación, la supervisión de proyectos de investigación; alerta sobre los plazos críticos para oportunidades de financiación y envía actualizaciones semanales de búsquedas de interés; permite la creación de grupos para compartir las oportunidades de financiación de forma permanente.











martes, 14 de octubre de 2014

Leer en Tabletas (IV)


Aún no se ha dicho la última palabra. Los jóvenes en Colombia que nacieron hace 20 años aún no se les puede llamar nativos digitales, pues su contacto con Internet ha sido escaso, si tomamos en cuenta que en nuestro país el acceso a la red no es total ni masivo. Es difícil medir si la preferencia por lo digital es mero esnobismo o una verdadera tendencia revolucionaria en el consumo de información. O, el caso contrario, si la lectura en papel es para nostálgicos o les sirve a aquellos que no les alcanza para comprar la tableta o que tienen poco acceso a Internet.



Hicimos un pequeño sondeo, usando la herramienta Survey Monkey y la respuesta arroja un 83% de preferencia del papel sobre lo digital. Por supuesto es apenas un dato que no tiene ningún respaldo científico ni nada parecido. Por eso les dejamos este artículo encontrado en el portal Lectura Lab donde se analiza un poco más a profundidad la tendencia en un país con alto grado de penetración de las TICs. Leamos el artículo:

Tres cuartas partes de los jóvenes británicos prefiere el libro impreso




La generación que tiene entre 16 y 24 años sigue siendo firme defensora de los libros impresos, según una investigación realizada en el Reino Unido, en la que el 73 por ciento de los participantes dijo que prefiere el libro impreso a los formatos digitales o audio.
Charlotte Eyre informa en The Bookseller que la investigación, realizada en exclusiva por la libreríaVoxburner, revela que mientras casi tres cuartas partes de los jóvenes dijeron que prefieren los libros impresos, sólo el 27 por ciento se inclina por los libros electrónicos y el 31 por ciento dijo que no compra libros electrónicos en absoluto. 

Para la encuesta fueron interrogados más de novecientos jóvenes en el Reino Unido acerca de sus hábitos en cuanto a libros.
Luke Mitchell, director de Voxburner, ha dicho que la investigación encontró que las personas del grupo de 16-24 años piensan los ebooks son demasiado caros.
"Nos dijeron –añadió– que les gusta tocar los libros y ver las estrías en el lomo, pero los jóvenes que buscan gangas impulsados por la conversión al ebook, lo más probable es que acaben condicionados por el precio".
"En nuestra investigación –dijo Mitchell–, el 70 por ciento dijo que 6,99 libras (unos 9 euros) es un precio razonable a pagar por un libro de bolsillo, pero sólo el 10 por ciento estaba dispuesto a pagar lo mismo por un libro electrónico". 

Cuando se trata de libros de bolsillo, el 37 por ciento de los jóvenes dijo que pagaría entre 5 y 7 libras (6,4 a 9 euros) y el 35 por ciento dijo que pagaría de 3 a 5 libras (3,84 a 6,4 euros). Sin embargo, están menos dispuestos a pagar más por los libros electrónicos, ya que el 43 por ciento dijo que deberían costar menos de 3 libras (3,84 euros) y el 27 por ciento piensa que deberían costar entre 3 y 5 libras (3,84 a 6,4 euros). 

Aparte de los que leen libros electrónicos, el 39 por ciento usa un lector electrónico tipo Kindle, 37 por ciento opta por los teléfonos inteligentes y el 36 por ciento prefiere una tableta. 


Mitchell añadió que la investigación ha mostrado que los jóvenes están "tan interesados y ha invertido en libros tanto como en el pasado". 

Un gran número –81 por ciento– gasta su propio dinero en libros.
Según la encuesta Amazon es el canal de venta más popular, utilizado por el 75 por ciento de los encuestados, pero también están a favor de las librerías de la calle, con el 73 por ciento de los jóvenes que optan por comprar sus libros allí.
Un 37 por ciento compra algunos títulos en los supermercados, el 37 por ciento lo hace en tiendas de caridad, 34 por ciento acude a las librerías independientes y un 13 por ciento compra a través de los minoristas en línea que no sean Amazon. 


Muchos jóvenes también utilizan las bibliotecas, y la investigación muestra que el 44 por ciento va regularmente a las bibliotecas públicas mientras que el 66 por ciento utiliza la biblioteca de su colegio o de la universidad.
Más de la mitad (53 por ciento) de los jóvenes estarían dispuestos a pedir prestados libros electrónicos en las bibliotecas públicas, si estuvieran disponibles. 

Cuando se les preguntó acerca de los medios sociales, el 49 por ciento dijo que se ha unido a un grupo de fans en línea, el 40 por ciento ha seguido a un autor en Twitter y el 20 por ciento lee blogs sobre libros.
Mitchell añadió que en la encuesta también se solicitó a los encuestados el título de su libro favorito. Los grandes nombres de la literatura infantil y juvenil afloraron y entre ellos figuran Roald Dahl, Cassandra Clare, JK Rowling, Anthony Horowitz y Malorie Blackman.
También mencionaron varias veces a novelistas de adultos tales como Nicholas Sparks y Cecilia Ahern al igual que los escritores clásicos Charlotte Brontë, George Orwell, Jane Austen y F. Scott Fitzgerald.
Mitchel dio a conocer los resultados de la encuesta durante la celebración de The Bookseller Children's Conference sobre el mundo del libro para niños, que tuvo lugar en Londres el 25 de septiembre de 2014.


Tomado de: http://www.lecturalab.org/story/Tres-cuartas-partes-de-los-jvenes-britnicos-prefiere-el-libro-impreso_5307 

viernes, 3 de octubre de 2014

Decálogo del buen profesional en Información y Documentación

Decálogo del buen profesional en Información y Documentación, por Glòria Pérez-Salmerón

La que por aquel entonces fuera Directora de la Biblioteca Nacional de España, Glòria Pérez Salmerón[26], compartió a través de un vídeo el Decálogo del buen profesional en Información y Documentación[27] en el que se pueden ver términos que hacen referencia a la empatía que deben tener estos profesionales, la gestión del cambio que deben empezar, la innovación y la actualización profesional… y sobre todo mandó un mensaje para los nuevos profesionales: «Ser felices»
  1. Empatía. Qué le hace falta a los usuarios y qué necesitan para así nosotros poder planificar los servicios.
  2. Jerga. Usar un lenguaje cercano y en el contexto adecuado. Entendernos con los usuarios.
  3. Estrategia. Ser estratégicos, planificar nuestros servicios y productos siempre desde una perspectiva de la necesidad.
  4. Marco legal. Atender al marco legal, pero siendo prácticos.
  5. Gestión del cambio. Ir hacia delante y cambiar las cosas… no hacerlas como siempre se han hecho
  6. Trabajar en equipo. La suma siempre favorece, multiplica.
  7. Evaluar. Sacar indicadores y pensar que los servicios siempre tienen que ser rentables.
  8. Innovación. Ser lanzados, innovadores y valientes. Proponer cosas que valgan la pena y sean viables.
  9. Actualización. No dejar nunca de formarnos, estar siempre al tanto de los temas profesionales, ver las novedades…
  10. Ser muy felices.