La Biblioteca universitaria no puede ser ajena al devenir lector de sus usuarios, a sus gustos e intereses. No se puede pensar o esperar que el joven viene totalmente preparado para las lecturas académicas que afrontará durante su carrera. En muchas de nuestras universidades el capital cultural con que llegan los estudiantes es precario, por lo que se debe hacer muchos esfuerzos para fortalecerlo y así permitir una integración fácil, rápida y funcional del alumno con el mundo académico. Por esto las Bibliotecas Académicas deben desarrollar programas que incentiven la lectura por placer. Diseñar y mantener espacios en los que se invite al joven a disfrutar del gusto de una buena lectura. Espacios, servicios y programas que lo motiven a leer libros de todo tipo para ayudarlo a fortalecer ese capital cultural y poder, así, aproximarse más fácilmente a la lectura académica, factor fundamental para el logro de sus objetivos en la universidad.
Hemos invitado a Didier Álvarez para que nos hable de este tema tan importante.
Didier es Bibliotecólogo, Especialista en Pedagogía Social y
Magister en Ciencia Política. Profesor Asociado de la Universidad de Antioquia.
Investigador del Grupo de Investigación Información, Conocimiento y Sociedad de
la Escuela Interamericana de Bibliotecología. U. de A. – GIEIB- en la línea Biblioteca, Educación y Ciudadanía.
Miembro del Comité Asesor del Plan de Lectura y Escritura de Medellín,
consultor del CERLALC y de la Biblioteca Nacional de Colombia
Didier nos presenta su conferencia con estas palabras:
"No obstante ser
la lectura y la escritura prácticas que hunden sus raíces en la más remota
antigüedad y de estar dotadas, por tanto, de un bagaje considerable, resulta
particularmente importante para la gestión de las instituciones de la memoria
social (las bibliotecas universitarias, entre otras) entender sus tradiciones y
transformaciones contemporáneas. De tal manera, en el contexto actual de crisis
generalizada de la experiencia de vida individual y colectiva, este Seminario
explora la lectura y la escritura, buscando plantear un enfoque integral que
permita comprenderlas como prácticas sociales, culturales, educativas y
políticas que están en el cimiento del diseño y la gestión bibliotecológica.
Entiende, además, que la lectura y la escritura están determinadas por
cuestiones éticas, estéticas y políticas específicas, y a la educación lectora
como una estrategia articuladora de los servicios bibliotecarios."
LOS ESPERAMOS