El mundo de las letras lamenta la muerte del gran escritor colombiano Álvaro Mutis
“Uno de los colombianos más cultos de su época,
discípulo de Eduardo Carranza en los paraísos de la poesía, gozoso catador de
licores y de libros de historia, discípulo del Prince de Ligne, melómano
precoz, admirador certero de Alfonso López Pumarejo, que siempre estuvo en la
avanzada de nuestra estética”. Así definía Álvaro Castaño Castillo a su gran
amigo el escritor Álvaro Mutis, que falleció el domingo en Ciudad de México a
los 90 años recién cumplidos.
Álvaro Mutis nació en Colombia el 25 de agosto de 1923 y
falleció el 22 de septiembre de 2013; fue un escritor de poemas y narrativa y
también cultivó el género periodístico.
Mutis es considerado uno de los escritores
hispanoamericanos más importantes de la literatura, que ha conseguido
trascender con su obra a varias generaciones. Cabe mencionar que ha sido
condecorado en repetidas ocasiones con importantes premios, como el Cervantes
de Literatura (en el año 2001).
Comenzó a escribir poesía de joven, aunque no publicó nada hasta mediados del 50 en el que publica varios poemarios, entre ellos "Los elementos del desastre", donde presenta un personaje que será reincidente en su obra, Maqroll el Gaviero, considerado un hito de la literatura de este siglo.
Comenzó a escribir poesía de joven, aunque no publicó nada hasta mediados del 50 en el que publica varios poemarios, entre ellos "Los elementos del desastre", donde presenta un personaje que será reincidente en su obra, Maqroll el Gaviero, considerado un hito de la literatura de este siglo.
Pese a su pasión por las letras, trabajó durante muchos años como relaciones públicas en importantes compañías y otros trabajos semejantes; de todas formas, esto no le impidió acercarse a personajes literarios indiscutibles como Octavio Paz, Carlos Fuentes y Luis Buñuel.
En 1978, luego de haber salido de la cárcel
(detenido por cuestiones políticas), publicó su primera novela, donde vuelve a aparecer Maqroll el Gaviero, la misma
llevaba el título de "La nieve del Almirante". Luego aparecen otras como "Ilona
llega con la lluvia", "Abdul
Bashur" y "Empresas y
tribulaciones de Maqroll el Gaviero".
Aunque su obra es
esencialmente poética y él se consideraba más poeta que otra cosa, a partir
de 1986, año en que lanzó su primera novela, «La nieve del Almirante», su
aportación fundamental fue narrativa. Entre sus libros sobresale el enigmático
personaje de Maqroll
el Gaviero, su «alter ego», un marinero protagonista de la narrativa
y la poesía de Mutis que apareció en el poemario «Los elementos del desastre»
(1953).
Maqroll el Gaviero
Del personaje llegó
a confesar que «vino lentamente» a su vida y desconocía cuál podía ser su
final: «Tengo la impresión de que Maqroll nació en la costa belga y es muy
posible que haya sido así, pero él nunca me ha dicho (risas). Se lo guarda por
algún motivo», afirmó hace varios años.
Poemas de Alvaro Mutis
Un bel morir...
De pie en una barca
detenida en medio del río
cuyas aguas pasan en lento remolino
de lodos y raíces,
el misionero bendice la familia del cacique.
Los frutos, las joyas de cristal, los animales, la selva,
reciben los breves signos de la bienaventuraza.
Cuando descienda la mano
habré muerto en mi alcoba
cuyas ventanas vibran al paso del tranvía
y el lechero acudirá en vano por sus botellas vacías.
Para entonces quedará bien poco de nuestra historia,
algunos retratos en desorden,
unas cartas guardadas no sé dónde,
lo dicho aquel día al desnudarte en el campo.
Todo irá desvaneciéndose en el olvido
y el grito de un mono,
el manar blancuzco de la savia
por la herida corteza del caucho,
el chapoteo de las aguas contra la quilla en viaje,
serán asunto más memorable que nuestros largos abrazos.
cuyas aguas pasan en lento remolino
de lodos y raíces,
el misionero bendice la familia del cacique.
Los frutos, las joyas de cristal, los animales, la selva,
reciben los breves signos de la bienaventuraza.
Cuando descienda la mano
habré muerto en mi alcoba
cuyas ventanas vibran al paso del tranvía
y el lechero acudirá en vano por sus botellas vacías.
Para entonces quedará bien poco de nuestra historia,
algunos retratos en desorden,
unas cartas guardadas no sé dónde,
lo dicho aquel día al desnudarte en el campo.
Todo irá desvaneciéndose en el olvido
y el grito de un mono,
el manar blancuzco de la savia
por la herida corteza del caucho,
el chapoteo de las aguas contra la quilla en viaje,
serán asunto más memorable que nuestros largos abrazos.
Homenaje:
"Las risas se oyen
hasta el paseo de la Reforma. Álvaro Mutis, el poeta colombiano, hace su
célebre imitación de Pablo Neruda. Recién llegado de Colombia, todos lo han
recibido como al Mesías. Es el salvador de las fiestas. Baile que te baile, de
coctel en coctel, seduce a la duquesa de Altamira, a la marquesa de
Villamarcilla... Así como fluye el champaña, fluyen las historias de Álvaro
Mutis y sus carcajadas que levantan cualquier reunión como las burbujas al
champaña. Junto a él nada es plano; y nada le gusta tanto a una mujer como
sentirse espuma. Mutis cuenta chistes, está al corriente tanto de los últimos
movimientos literarios como de las tendencias pictóricas más modernas. Habla de
Goethe, de Brigitte Bardot y de las misas negras. Y sobre todo se ríe de oreja
a oreja, hasta quedar exhausto. Declama en francés y dice adivinanzas en slang.
Tiene una reserva de viajes verdaderamente inagotable. A los europeos les habla
de Siam, a los suramericanos de Europa y a los "debutantes" les
relata aventuras soñadas en la corte de Luis XIV. Fiel lector de extrañas
revistas (el Crapouillot, que cuenta entre sus números uno dedicado a
"L'érotisme chez les papes" o algo así como "El erotismo en las
comunidades coptas del siglo XVI"), posee lujosísimas y muy raras
ediciones limitadas. Con Octavio Paz se pasa conversando la noche entera acerca
de las relaciones entre la mística y el porvenir del hombre. También a Paz lo
seduce. No dejará de hacerlo jamás. Tiene con qué. Cosmopolita, viajado, culto,
sensible, bondadoso, mundano, encantador, es el rey. Nada se le atora. Su
charme derrite. Álvaro Mutis parte plaza. Cruza los salones con la gallardía
que lo caracteriza y sus dientes son rompevientos, rompeolas, rompelabios y,
claro, rompecorazones..."
Elena Poniatowska
Por último, les recomendamos este interesante artículo de El País de España:Por qué hay que leer a Álvaro Mutis según los escritores más influyentes de hoy en España y América
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