Entretenimiento
Al otro lado del
cristal con Hugo Alberto Gallo Machado
Murmurando, el Director de la
Biblioteca de la Universidad Autónoma de Occidente, compartió un poco sobre su pasión por los
libros, nos habló de su conferencia ¿Y usted qué va a hacer con su cerebro? y por último, aconsejó cómo
debe alimentarse el cerebro de un profesional de la creatividad.
Por Isabel Cristina Charry Ramos . | |
Hugo Alberto Gallo Machado,
Director de la Biblioteca de la Universidad Autónoma de Occidente, el 25 de
octubre a las 10:00 a.m. se encontraba, como de costumbre en su oficina,
expectante del tránsito de libros que iban de un lugar a otro en las manos
de los estudiantes, pues el panorama que se aprecia a través del cristal de su
despacho, da la impresión de que la comunidad autónoma no para de entrar y salir
con la invención tecnológica más importante de la historia y la única extensión
de la mente humana: el libro. Amablemente y con una voz sigilosa; murmurando,
denotando como la ley del silencio es parte de su cotidianidad, el Licenciado
en Bibliotecología de la Universidad de Antioquia, con experiencia de más de 10
años en la dirección estratégica de Bibliotecas académicas y especializadas, compartió
un poco sobre su pasión por los libros y el origen de su intervención ¿ ¿Y usted qué va
a hacer con su cerebro? realizada dentro del marco de los 40 años de esta
dependencia de la UAO.
En adición, este hombre, con una
amplia experiencia y conocimientos en tecnologías de información aplicadas a
centros de información, aconsejó con qué debe alimentarse el cerebro de un
profesional de la creatividad. Hugo Alberto tiene la autoridad para dar dicha
recomendación, dado que sus experiencias como alumno visitante del Mortenson
Center en Illinois, USA, becario VOLPI del Departamento de Estado USA,
trabajador en Biblioteca públicas y académicas, con sus 11 años de labor en
Honduras y su dirección en la Biblioteca Zamorano, donde fue miembro activo de
la Asociación de Bibliotecarios de Honduras, permite dar seguridad de ello.
¿Cómo empezaste a permearte del mundo de los libros? ¿Qué te llamó la
atención de ese mundo?
Desde pequeño me ha gustado leer.
Siempre he visto los libros como una posibilidad de crecimiento personal y cuando me decidí por una carrera, pues…
escogí bibliotecología en la Universidad de Antioquia y, la verdad, no me
arrepiento. Llevo más de 25 años trabajando en bibliotecas, vivo enamorado de
mi carrera, siempre me ha gustado el mundo de los libros, el ambiente de las
bibliotecas, las buenas relaciones que allí se construyen. Los libros para mí son fundamentales, porque considero que cambian
vidas, a nivel personal, a mí me la cambiaron.
¿Qué significa ser el Director de la Biblioteca de la Universidad
Autónoma de Occidente?
Es un trabajo de liderazgo en el
cual se está al frente de una institución con
19 personas a cargo. Lo que hacemos acá es tratar de ser un puente entre
un mundo amplio de información que hay allá afuera, donde hay todo tipo de
materiales, tanto digitales como en papel lo seleccionamos y lo traemos a los
estudiantes y docentes, siendo un filtro para que los documentos sean
pertinentes para cada programa académico, para la investigación y para el
desarrollo personal e individual, por eso también hay libros de literatura,
arte, biografías, entre otros temas.
¿Cómo nace la conferencia ¿Y usted qué va hacer con su cerebro?
Realizada dentro del marco de los 40 años de la Biblioteca de la Universidad
Autónoma de Occidente?
Nosotros en la biblioteca
manejamos información para que la gente adquiera conocimientos y tome las
decisiones apropiadas de acuerdo a lo que su entorno les dice. Es decir, si nos
vamos a un plano académico: si su entorno le habla de ingeniería, tiene que
tener la información pertinente de ingeniería para tomar decisiones acertadas.
Siempre me ha interesado este tema y ya desde la perspectiva de las
neurociencias cognitivas es muy interesante porque, en definitiva, nosotros
somos nuestro cerebro, lo que tenemos en nuestra cabeza y lo que vemos del
mundo de afuera. Considero que a nuestro cerebro tenemos que alimentarlo bien,
ejercitarlo, tenemos que pulirlo y llenarlo de lo mejor del ser humano para
poder responder adecuadamente a un entorno cada vez más exigente, más
demandante, tanto en lo académico, como lo humano y lo emocional.
Yo, como bibliotecario y lector,
creo que las personas que quieran ser creativas deben leer mucha literatura,
porque cuando uno está leyendo buena literatura a uno en la cabeza le llegan
una cantidad de cosas. Y esa cantidad de cosas son las que generan creatividad.
Cuando uno está leyendo un libro y ve algo bien escrito, bien logrado, una
idea, un pensamiento, una perspectiva de idea del autor o del personaje que
está detrás del autor, a uno algo se le dispara en la cabeza. A mí me pasa… mientras
leo encuentro conceptos o ideas que se me quedan en la cabeza, me detengo,
pienso, y al rato vuelvo nuevamente al libro para seguir leyendo. Uno debe leer
también difusión científica, temas de interés general, astronomía, relaciones
interpersonales, psicología y demás. Pero, para mí la literatura es muy
importante, la poesía, la novela, el cuento.
Usted hablo de los tipos de memorias ¿Qué tipo de memoria a acorde a
ese perfil del profesional de la creatividad, qué siempre está buscando
innovar, un hermenéutico que ve cosas diferentes en lo común?
La memoria Emocional. Muchos
escritores de neurociencia cognitiva hablan de la memoria emocional como la
memoria que más alto grado de recordación genera. Ahora, cuando uno se emociona
con algo ese algo se te queda y mueve el corazón, bueno, no el corazón sino el
cerebro (risas), y uno allí empieza a
trabajar. De hecho, muchos científicos lo dicen: uno toma decisiones más con la
emoción que con la razón.
¿Qué material de la biblioteca de la universidad usted dice que un
profesional de la creatividad debe consumir?
Novelas, cuentos, poesía, buen
cine. Hay novelas muy buenas y más que novelas autores. Yo recomendaría a ojos
cerrados a El Quijote, Madame Bovary, los cuentos de Borges, Cortázar. También
hay películas para los jóvenes muy interesantes y retadoras como: “El señor de
los anillos”, “Harry Potter”… un poco de fantasía nunca está de más. El buen
cine es muy bueno para fomentar la creatividad y emocionar. Una película de la
que uno no sea acuerde, no lo sacuda, no lo cuestione… La última película que me vi fue “Zorba el
griego”, es una película de los años 60 que lo deja a uno con la boca abierta, y uno dice este
man tan loco, ¿este man qué?, a uno le sacude la cabeza… uno piensa, y cuando
uno piensa genera nuevas ideas, creatividad.
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