jueves, 1 de octubre de 2015

3 secretos de comprensión lectora que la mayoría de los lectores no conocen

3 secretos de comprensión lectora que la mayoría de los lectores no conocen



La Lectura rápida es tan nutritiva como la comida rápida, mientras nos comemos un pan atiborrado de salsas estamos dándole a nuestro cuerpo más trabajo que alivio y más toxinas que alimentos. Así mismo, sentarse a leer El Quijote esperando devorarlo en dos días por que se necesita para un trabajo de la universidad, es pasar por una obra monumental con los ojos medio cerrados o a la velocidad de un cohete. 

Sin embargo, en algunos momentos es bueno conocer ciertas técnicas de lectura que nos pueden ayudar para aproximarnos a los contenidos, sobre todo cuando son textos técnicos o meramente informativos.

Estos 3 secretos fueron tomados del portal Léctura Ágil

Secreto nº 1: Investiga el autor

Leer es entrar en comunicación con los grandes pensadores de todos los tiempos.
Leer es, entre otras cosas, establecer un diálogo con el autor, comprender sus pensamientos, descubrir sus propósitos, hacerle preguntas y tratar de hallar las respuestas en el texto.
Si no sabes nada del autor o autora del libro que estás a punto de leer, recomiendo que busques información sobre él o ella en Internet. Investiga a qué se dedica, cuál es su intención con el texto, sobre qué quiere convencer y las posiciones que defiende.
De esta manera conseguirás la sensación de que el autor te está hablando directamente. La comprensión a la que llegas durante la lectura se deriva de tus experiencias acumuladas, experiencias que entran en juego a medida que decodificas las palabras, frases, párrafos e ideas del autor.
Leer supone reconocer que el texto es un instrumento cultural, con valores y situado en una época histórica. Es decir, que su autor no es una persona neutra, sino que tiene unos 
conocimientos, una cultura y unas intenciones que se plasman en el texto y que el lector debe llegar a interpretar.

Secreto nº 2: Skimming y Scanning

Skim es la acción de leer por encima, tratando de buscar una impresión general del texto.
Scanning es la acción de analizar un texto rápidamente sin leerlo por completo, para sacar información valiosa.
Se trata de irnos familiarizando con el texto. Es una herramienta que nos sirve para ir entrando en materia y calentar nuestros ojos y nuestro cerebro.
De este modo establecemos una idea general de lo que nos están hablando. Podemos y debemos detenernos en aquello que nos llame la atención. Las ideas que nos gustan y nos atraen del documento. Las imágenes que ilustran el libro. Los cuadros y gráficos, etc.
Supongamos que deseas leer un libro que acabas de adquirir.
En primer lugar, mira la portada y contraportada del mismo. Después la introducción, la tabla de contenido y define cuáles son los capítulos importantes.
A menudo, hay un resumen al final de cada capítulo. Léelo.
Lee los primeros y los últimos párrafos de cada capítulo.
Ahora examina todo el texto a vuelo de pájaro, picoteando la información. La habilidad para que de este picoteo derive la obtención de la visión de conjunto se obtiene mediante la experiencia y la práctica.
En esta etapa es posible que hayas ganado todo lo que querías saber de este libro en particular.
De lo contrario, tu cerebro tendrá una idea general del libro (un patron), y la comprensión de la lectura será mucho más fácil porque el cerebro puede relacionar la información leída con este patron.
Podemos realizar una voraz lectura del texto, sacando el máximo partido de un cerebro al cual hemos facilitado la absorción de información y la concentración y que ya sabe lo que le espera.
Existen personas que con esta técnica son capaces de obtener velocidades de lectura superiores a las 1.000 p/m con una capacidad de comprensión que nos sorprendería.

Secreto nº 3: Haz mejores preguntas

Para la comprensión de la lectura, el cerebro busca patrones. Intenta relacionar los conceptos que leemos con información familiar. Esto es porqué el secreto nº 2 funciona tan bien.
Pero algo todavía más poderoso son las preguntas. Si, al leer, tenemos una pregunta en mente, el cerebro busca la respuesta.
Antes de leer un libro con el fin de aprender algo, pregúntate qué quieres aprender. ¿Qué preguntas quieres que te conteste este libro?
Yo suelo apuntar estas preguntas en las páginas blancas que suele haber en el interior de la portada de un libro.
Aparte de preguntas específicas, todos tenemos preguntas inconscientes que nos hacemos todo el tiempo. Hay personas que siempre se preguntan “¿Por qué soy un perdedor?” y en cambio otras suelen preguntar “¿Cómo puedo tener más éxito?”.
El cerebro busca respuestas y siempre las encuentra. Todos tenemos una pregunta primordial que nos hacemos inconscientemente todo el tiempo. Esta pregunta es uno de los principales factores que determina nuestra calidad de vida.
Aplicamos este concepto a la lectura. Al leer o estudiar un texto difícil o aburrido algunos se preguntan “¿Por qué es esto tan aburrido?”. Otros se preguntan “¿Cómo puedo aprender esto más rápido y mejor?”
Estas preguntas hacen TODA LA DIFERENCIA.
¡No pierdas tu tiempo y energía trabajando duro programándote a la vez para fracasar!
 

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